Lean es el piso

By Ana Cruz • March 29, 2018

Artículo escrito por: Jon Miller

Traducción: Ana Cruz

Read this article in english HERE.

Una de las preguntas más comunes es ¿qué sigue después de Lean? La gente quiere saber cuál es el techo de la gestión Lean. La pregunta implícita es "entiendo cuanto mejor nos puede hace Lean, pero más allá de eso ¿en qué deberíamos estar trabajando? Esta linea de pensamiento pasa por alto que Lean es una manera de hacer todo, desde las operaciones día a día para el desarrollo de productos para fusiones de empresas a nuevas empresas. Por ello les digo que tomará de muchas generaciones para que Lean arraigue completamente.

Aunque es verdad que ha habido ocasiones donde Lean no ha sido exitoso, aún no encontramos su techo o fase final. No deberíamos pensar en Lean como destino o un estado final de excelencia, o como un techo. Por el contrario, deberíamos ver Lean como el nivel de rendimiento más bajo, el piso, ya que mirando desde ese punto hacia el futuro, el trabajo que hacemos hoy sería el punto de partida para luchar por hacer un mejor trabajo mañana, es decir, tratar de siempre estar mejorando. Lean es el piso. La gestión Lean como un estado es un estándar desde el cual mejorar continuamente no es un destino del que deberíamos preguntarnos ¿hacia donde seguimos?

Esta forma de pensar sobre el rendimiento de la organización en términos de piso y techo, es lo opuesto de cómo vemos a los atletas. En términos de deportes, existen limitaciones físicas humanas para saber qué tan rápido podemos correr, qué tan alto podemos saltar, qué tan duro podemos golpear. Hasta que diseñamos nuestros cuerpos más allá del estándar actual de limitaciones biológicas, el techo es cognoscible. Por otro lado, el cuántos juegos puede ganar un equipo como organización, no tiene límites. La cantidad de campeonatos consecutivos que un equipo puede ganar no tiene limite. Hasta donde podemos llegar con nuestras manos y nuestros pies puede ser limitado, pero lo que podemos crear con nuestras mentes parece no tener límites. Y este es precisamente el dominio de la gestión Lean, cómo las personas se desempeñan y mejoran juntas. Es solo un piso, y no el techo.

Otra analogía es cuando pensamos en abundancia vs escasez. Cuando nos concentramos en gestionar y mejorar desde la escasez, pensamos "no tenemos suficiente tiempo" y "no tenemos dinero para invertir en mejoras" y "no hay suficiente gente comprometida con la resolución de problemas". Nuestras acciones pueden volverse defensivas, reactivas y auto-restrictivas. Miramos el techo y pensamos "es demasiado alto". Por otro lado, cuando gestionamos y mejoramos desde la abundancia pensamos: "hay muchos desperdicios y cargas que podemos reducir", "las oportunidades para mejorar e innovar son casi ilimitadas" y "las personas tienen un potencial incalculable para aprender y crecer". Si nos apegamos a esto, las cosas pueden simplemente mejorar.

Oportunamente, la casa Lean se basa en la estabilidad, el trabajo estándar y la mejora continua. Las organizaciones Lean comienzan eliminando el miedo y la inestabilidad, estableciendo reglas justas y sensatas, creando estándares centrados en los clientes y en los procesos, y utilizando problemas que surgen como una oportunidad para aprender y construir desde el piso.