Evita el ataque personal
By Ana Cruz • March 8, 2018
Artículo escrito por: Steve Kane
Traducción: Ana Cruz
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Mientras escribo esto me encuentro en el Toyota Kata Summit en Atlanta. Los expositores de esta mañana hablaron sobre diversos aspectos importantes del liderazgo Lean. Entre ellos estaba el tema general de respeto por las personas; y los temas más específicos como victorias rápidas, la super posición de pensamiento, comportamiento y sentimiento.
Un comentario, y ahora no recuerdo qué era, desencadeno un recuerdo de un sentimiento de ataque que tengo como aprendiz de Kata. Este ataque es algo de lo que he sido culpable como entrenador Kata también. Las conferencias magistrales de esta mañana convirtieron estas experiencias previas en una lección de aprendizaje para mí.
Hace bastante tiempo, estaba discutiendo un problema de negocios con mi jefe. Apenas comenzaba a pensar en ese problema con todas sus complejidades. Mi jefe fue muy receptivo y estaba haciendo un gran trabajo al escuchar, al principio.
Una vez que termine de explicar lo poco que sabía del problema, mi jefe comenzó a usar el método Kata para entrenarme. En ese momento, ambos habíamos leído sobre Kata, pero realmente no lo habíamos usado.
Durante la discusión, mi jefe me preguntó: ¿Cuál es tu condición objetivo? ... no estaba seguro en ese momento, pero me pareció que tenía que encontrar una respuesta o me vería como un incompetente. Continuó con ¿cuál es tu condición actual?, nuevamente no sabía. Realmente no había pensado en el problema a tal profundidad hasta ese momento, pero de nuevo, me sentí obligado a presentar una respuesta que no fuera "no sé".
Esta discusión me hizo sentir que había fallado. Estaba desanimado, y no culpo a mi jefe por sentirme así. Después de todo, apenas comenzábamos a aprender sobre Kata y sinceramente él estaba tratando de ayudarme. Pero a pesar de que no había mala voluntad, todavía me sentía incompetente.
Tiempo después cuando Kata se puso más en uso, hice lo mismo con un de mis empleados que se reporta directamente conmigo. Ella estaba lidiando con un problema y necesitaba de mi ayuda.
Realmente estaba tratando de ayudarla, pero percibí cierta tensión en su voz. Estaba seguro de que el método Kata nos ayudaría a aprender lo que necesitábamos saber para resolver el problema. Desafortunadamente, no había pensado en cómo usar el método, sin ayudarla a prepararse, hice sentir mal a mi alumna.
Lo que hoy aprendí es que tuve este momento de ataque con mi alumna que yo mismo había experimentado con mi jefe. La hice sentir como si hubiera fallado. Ella no estaba preparada para responder las preguntas del entrenamiento de Kata.
Como entrenador, mi responsabilidad es ayudar al alumno a ser exitosos para que puedan obtener victorias rápidas. Ganar, en ese contexto, genera una sensación de éxito y no como cuestión de superar a alguien más.
El resultado para mi aprendiz habría sido completamente diferente si hubiera cambiado mi enfoque ligeramente. En lugar de hacerla sentir como si no estuviera preparada para hablar conmigo, y como resultado, haciéndola sentir mas resistente a lidiar con el problema, podía haberla inspirado a seguir trabajando para resolver dicho problema, brindándole apoyo y orientación inicial.
En lugar de saltar a las preguntas de Kata, debería haberla preparado para Kata. Debería haber reconocido su lucha con el tema y decir algo como "profundicemos en esta un poco más utilizando el método Kata... trabajaremos juntos para definir el desafío que intentas superar, una vez que hayamos hecho eso, trabajaremos en la comprensión profunda de la condición actual".
Con ese simple cambio en mi manera de preguntar, podría haber creado una sensación completamente diferente, nos sentiríamos exitosos y ella querría seguir adelante.