Las 7 pérdidas en los líderes con un alto IQ

By Ana Cruz • February 15, 2018

Artículo escrito por: Jon Miller

Traducción: Ana Cruz

Si nos dieran a elegir entre un líder tonto y uno inteligente, la mayoría de nosotros elegiríamos al inteligente. Un líder inteligente sería capaz de transmitir más conocimiento, tomar mejores decisiones, encontrar soluciones a los desafíos más complicados, etc. Pero, ¿que pasaría si pudiéramos elegir entre inteligente y más inteligente? ¿o si pudiéramos elegir entre más inteligente y el más inteligente? La pregunta es fácil, estoy seguro que dirán que elegirían al más inteligente disponible.

Un artículo de investigación en la edición de Julio de la revista Journal of Applied Psychology titulado ¿Pueden los líderes súper inteligentes sufrir consecuencias por ser demasiado buenos? El efecto curvilíneo de la inteligencia en el comportamiento de liderazgo dice que por encima de un cociente intelectual de 120, las percepciones de los líderes sufren un efecto U invertido. Esto significa que la inteligencia generalmente se correlaciona con la efectividad como líder, pero después de un cierto nivel de cociente intelectual, la percepción de la eficacia como líder disminuye. Podemos decir que cuando la gente espera demasiado de un líder, su capacidad real de liderar de hecho, disminuye.

El artículo no habla de las limitaciones de IQ como un indicador de inteligencia práctica. La investigación no especula sobre las razones de este fenómeno. Pero desde una perspectiva de pensamiento Lean, sabemos que inclusive los procesos más rápidos y mejores llegan a ser menos efectivos debido a varias pérdidas y desperdicios. Estas son las 7 pérdidas que surgen cuando sobre estimamos a nuestros líderes con un cociente alto.

1.- Falta de auto conciencia. Los promotores de la denominada Inteligencia Emocional (EI), descrita también como un conjunto de habilidades y capacidades, descubrieron que, por encima de cierto nivel, existe poca o ninguna correlación entre el cociente de inteligencia y los niveles de éxito profesional, y que la EI es el factor que hace la diferencia. La EI es en sí auto conciencia, la capacidad de reconocer las emociones de los demás y adaptar las acciones acorde a ello.

2.- Falta de humildad. Las personas súper inteligentes que están fascinadas con su propia inteligencia pueden ser percibidas como fanfarronas, orgullosas o pretenciosas. Los líderes que carecen de humildad y la capacidad de compartir crédito pueden desmotivar a su equipo, independientemente de su nivel de cociente intelectual.

3.- Pérdidas de comunicación. El nivel de lectura promedio de los estadounidenses es de 7 u 8 grado. Si un líder elige usar sus 5-10 años adicionales de educación, conocimiento y vocabulario cuando se comunica con personas de la organización, dichas personas pueden no entender al líder. No nos sorprende que un líder difícil de entender sea percibido como menos efectivo.

4.- Exceso de sofisticación. A veces los los problemas son complejos y requieren un pensamiento sofisticado y una solución compleja. Pero las mentes con alto cociente intelectual pueden sentirse atraídos a crear soluciones más sofisticada,s incluso para problemas simples. O cuando una persona con IQ alto llega a una solución simple, podría ser presentada en formas más sofisticadas o difíciles de entender para las personas comunes. Estos factores hacen que las buenas ideas sean difíciles de comunicar, comprender y ejecutar.

5.- Falta de empatía. Como resultado de la combinación de baja conciencia emocional, barreras en la comunicación, complejidad de las ideas, impaciencia con los pensadores más lentos, un líder con IQ alto puede parecer distante, indiferente e incluso insensible. Las personas tienen una necesidad básica de sentirse seguras, y un líder que es insensible o carece de empatía, raramente brindará esa seguridad a su equipo.

6.- No se pueden relacionar. Una parte importante del liderazgo es 'vender'. Los líderes deben vender al equipo su visión para lograr algo positivo y además los pasos para llegar ahí. Las personas tienden a comprar a alguien que es como ellos y los hace sentir cómodos, este es un comportamiento humano natural y parte del entrenamiento en ventas 101. Un líder que sufre las cinco pérdidas que acabamos de mencionar tendrá dificultades para establecer vínculos con las personas, desarrollar una buena relación, generar confianza y hacer que la gente se sienta relacionada con ellos y así poder lograr convertirlos en sus seguidores.

7.- Incongruencia. Cuando experimentamos una respuesta diferente a lo que esperábamos nos genera sorpresa. Cuando un líder es súper inteligente, con una puntuación de 20 o 30 de IQ por encima del promedio, esperamos que tenga conocimientos y capacidades muy superiores a las nuestras. Como resultado, nuestras expectativas de estos líderes súper inteligentes pueden ser muy altas e irracionales. "Si eres tan inteligente, ¿cómo es que ...?". Las personas pueden lograr mucho, pero no pueden ser perfectas. Si una persona con un IQ de 160 no puede influenciar a otros para ejecutar sus brillantes ideas, esos 40 puntos que tiene por encima de los 120 de la gente común, estás prácticamente desperdiciados. Cuando los súper inteligentes no alcanzan nuestras expectativas sobre estimadas, la percepción que adquieren es la de la curva U invertida, es decir hacia abajo.

Los pilares del respeto por las personas y la mejora continua en conjunto, son necesarios para mantener una organización en adaptación constante, innovando y creciendo a largo plazo. Necesitamos grandes ideas y personas con un alto IQ para ayudarnos a pensar, pero también necesitamos inspiración, reconocimiento individual y aliento frente a los desafíos. Un alto cociente intelectual es necesario pero no suficiente para ser un líder exitoso.