El poder multifacético de caminar
By Ana Cruz • November 23, 2017
Artículo escrito por: Kevin Meyer
Traducción: Ana Cruz
Dar caminatas se ha convertido en gran parte de mi vida en los últimos años. Todo comenzó cuando adopté la meditación durante caminatas conocida como Kinhin. Caminatas lentas por la playa por al rededor de una hora, un paso por respiro, pasos suaves y en silencio para poder apreciar todos los sentidos. La mente esta relajada, permitiendo a las ideas y realidad fluir. Desde entonces, he ido agregando caminatas regulares logrando al rededor de 15,000 pasos al día y tratando de incrementar mis pasos cada semana.
Hace más de 40 años creciendo en Peru, mis padres nos llevaban a hacer caminatas en Lima y otras ciudades cada fin de semana. Por horas, probablemente cientos de millas - o al menos así lo sentía de pequeño, caminatas largas que no terminaban jamás - Recuerdo odiarlo en ese momento, pero ahora que hago memoria estoy muy agradecido de estas experiencias que me dieron mis padres. Vivir en el extranjero amplía nuestras perspectivas y crea comprensión y aceptación.
Perdí esa pasión por las caminatas cuando regresé a EUA para ir a la universidad. Quizás las frías brisas de Nueva York eran la excusa para no caminar más y pensaba que caminar de mi dormitorio al refrigerador era suficiente. Cualquier otro esfuerzo requería el que alguien con suficiente suerte para comprar su propio auto me diera un aventón en su coche. Pero aún después del colegio usaba mi carro para trasladarme una cuadra hacia la tienda. ¿Patético verdad? Y no me daba cuenta de lo que me estaba perdiendo. Sabía que no estaba haciendo nada para perder las libras extras de peso que poco a poco se fueron agregando en mi cuerpo después de haber pertenecido al equipo de natación de mi escuela preparatoria.
Hace aproximadamente dos años, comencé a trabajar duro para tener una mejor condición física. Crossfit, correr por la playa, maratones por las tardes, etc. Estaba funcionando y comencé a sentirme genial ( ¡Gracias Paul Akers! ) Pero me di cuenta que aunque buscaba la oportunidad de hacer ejercicio, aún seguía utilizando mi coche para ir al gimnasio, oficina de correos, banco y otros lugares que estaban a solo cuadras de mi casa. El pueblo al lado de la playa donde vivo es muy pequeño - de solo 10,000 personas- ¿Es en verdad necesario el manejar tu auto?
Así que un día caminé hacia el gimnasio, el siguiente día fui caminando a la oficina de correos, después camine a comprar mi almuerzo. En una semana, ya me había acostumbrado. Al poco tiempo, ya estaba caminando los sábados por la mañana hasta lograr 6 millas de ida y 6 de regreso. Hoy en día cuando viajo me gusta buscar oportunidades para caminar. Cuando estuvimos en la conferencia de AME en Boston hace unas semanas pude convencer a un grupo de colegas de acompañarme caminando varias millas hasta llegar al restaurante donde cenaríamos. Increíbles escenarios, grandes conversaciones y además buen ejercicio.
¿Lo ven? descubrí que no es solo por hacer ejercicio, es increíble lo que caminar unas cuantas millas al día puede hacer en tu cuerpo. Caminar calma tu mente, inclusive si no practican formalmente Kinhin, caminen despacio, preferentemente sin ningún aparato electrónico ni música. Después de una pequeña caminata se sentirán más balanceados, con energía y creativos.
El caminar les permitirá y les enseñará a observar a la velocidad de la realidad. Me he sorprendido de todo lo que he descubierto en nuestro pequeño pueblo a pesar de que hemos vivido aquí durante 17 años. Justo el otro día me di cuenta descubrí una placa en donde solía ser un jardín al cruzar la calle de las oficinas municipales. Al observar de más cerca descubrí que la placa era en memoria de Hope Miller, más tarde investigue y descubrí una interesante historia de nuestro pueblo. Me dio tristeza que el jardín plantado en su memoria hacía dos decidas ha sido olvidado pero tal vez yo pueda cambiarlo.
El caminar te permite conocer más personas. Durante mis largas caminatas he conocido a varios de mis vecinos, a comerciantes y turistas de al rededor del mundo. Algunas de estas conexiones se han convertido en nuevas amistades. Mientras caminábamos hacia nuestra cena durante las conferencias de AME tuve la oportunidad de conocer más sobre algunos de mis compañeros de trabajo a quienes raramente veo en persona ya que trabajamos desde diferentes ciudades.
En el mundo Lean / Manufactura Esbelta conocemos el poder de ir al Gemba y observar con nuestros propios ojos la realidad y valor del proceso creativo para ayudar a los miembros del equipo a ver a través de nuestros ojos y retar dichos procesos. Caminar, incluso al rededor de tu vecindario tiene efectos similares.
¡Ponte esos tenis, levántate y a caminar!