Cómo ganar con solo el 80% de esfuerzo

By Ana Cruz • October 4, 2018

Artículo escrito por: Jon Miller
Traducción y adaptación: Ana Cruz

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Hay un dicho Japonés que siempre me ha gustado. Este dicho dice así: hara hachibu ni isha irazu (腹八分に医者いらず). Y lo que nos aconseja es: "Coma hasta que esté lleno al 80%, y no necesitara un médico". El proverbio equivalente en español es "Come con medida y evita ver al médico". A menudo se refieren como "hara hachibu" o "80% lleno". En una cultura en donde comemos hasta que estamos llenos hasta el tope y entrenados para "dar todo", el principio de 80% ofrece una alternativa sorprendente.

La medicina moderna está alcanzando a la sabiduría antigua. Los estudios han demostrado que hay beneficios para la salud, que incluyen menos enfermedades y una vida mas larga, cuando se consumen menos calorías. A las personas nos puede resultar difícil sacrificar el disfrute a corto plazo de comer alimentos ricos en calorías, para los beneficios a largo plazo de la salud y vida. De manera similar, se nos alienta a trabajar duro y darlo todo, incluso cuando existe evidencia de que estamos trabajando en momentos excesivos de productividad.

De niño experimente la sabiduría de "hara hachibu" cuando comía literalmente "todo lo que podía" en los restaurantes. Delicioso en el momento, pero muy incómodo después. Al principio de mi vida laboral, aprendí a relajarme (menos del 80%!) en los banquetes que teníamos por la noche con un sensei japonés, o si comía demasiado sabía que dormiría mal y sufriría en el trabajo al día siguiente.

Existen varios consejos prácticos sobre cómo comer hasta llenarnos al 80%. Esto también aplica a cómo trabajamos.

Comer despacio

Al estómago le lleva tiempo enviar una señal a nuestro cerebro de que estamos llenos. Cuando comemos rápido, nos adelantamos a esta señal y comemos más de lo que necesitamos. Comer lentamente ayuda a nuestra sensación de plenitud a alcanzar la plenitud de nuestro vientre. Además, no podemos seguir comiendo si nuestra hora de almuerzo ha terminado. Para el trabajo, esto significa establecer un ritmo lento y constante que nos permita recibir una señal de retroalimentación del siguiente proceso, así como evitar errores debido a la prisa.

Mastica bien tu comida

Esto contribuye tanto a ralentizar nuestro ritmo de alimentación como a una buena digestión. Para el trabajo, dividir nuestras tareas nos ayuda a priorizar, delegar lo que podamos y avanzar con mayor facilidad en los elementos más difíciles.

Baja tu tenedor, palillos o plato

También llamado "desarrollar la fuerza del brazo para alejarse de la mesa", es simplemente una cuestión de crear distancia entre usted y la comida para que la comida no se vuelva automática o sin sentido. Cuanto más tiempo y distancia haya entre nosotros y la siguiente porción de puré de papas, más posibilidades tendremos de hacer una pausa y darnos cuenta de que estamos llenos. En el trabajo, las lecciones comparables consisten en hacer una cosa a la vez en lugar de llenar nuestra mente y manos con múltiples prioridades y tareas.

Reduce el tamaño del plato

Algo fundamental para todo lo anterior es la cantidad de alimentos que tenemos frente a nosotros en cualquier momento. Un plato gigante lleno de comida nos permite seguir comiendo más allá del punto de la plenitud. Los platos y las porciones más pequeñas nos permiten comer, reflexionar, y elegir sí y qué comer después. En el trabajo, esto significa dar el 80% en lugar del 110% en lo que sea que hagamos.

El último consejo puede parecer contradictorio. Se nos dice que demos el 100% y se espera que demos el 110% para tener éxito. Los gerentes 'elevan la vara' después del éxito, presionan para obtener resultados, llenan todo el espacio disponible en el calendario, durante las noches y fines de semana. Esto pasa a pesar de la evidencia que demuestra que la programación de proyectos y el trabajo diario más allá del 70% - 80% de la capacidad real empeora los retrasos, la calidad y la productividad. Esto se debe a que estimamos el tiempo y los recursos de manera optimista y subestimamos los problemas potenciales que nos harán retroceder. A menudo, seguir una regla para dejar el 20% del tiempo a la capacidad sin programar y sin compromisos, puede permitirnos trabajar de manera más afectiva.

Podemos optar por dejar de comer cuando el 80% está lleno porque nosotros mismos nos servimos nuestra comida. En el trabajo, otras personas también pondrán cosas en nuestro plato. Aplicar "hara hachibu" en el trabajo requiere de colaboración. Necesitamos trabajar con nuestros clientes, colegas y jefes para examinar el propósito de nuestro trabajo, qué problemas debemos resolver y cuáles son las"comidas" del día y cómo sabemos cuándo nos estamos llenando. Otro enfoque es establecer un objetivo para hacer tanto trabajo en el 80% del tiempo. Esta es la actividad clásica de identificar los desperdicios que podemos eliminar en nuestra trabajo para poder hacer más con menos. Dejar algo de capacidad abierta en nuestros estómagos, en nuestro trabajo y en nuestras vidas, permite la renovación en nuestras células, nuestro ser y nuestras relaciones. Un mejor enfoque y energía nos permite evitar el agotamiento, los errores y la repetición del trabajo, y aprovechar las oportunidades a medida que surgen cada día.